Banderilla, Ver., a 26 de octubre de 2017.- Es difícil tener un proyecto común, y más organizarse con unidad para llevar a cabo todo lo necesario hasta conseguir alcanzar la meta. Los adultos mayores nuevamente nos dan la lección de que la perseverancia siempre traerá beneficios sólidos.
La capacidad que los abuelitos demostraron hace quince años para poder unir esfuerzos y disponer de sus tiempos desarrollando distintas actividades con la finalidad de recaudar recursos económicos, con los cuales pagar la construcción de un inmueble que fuera su hogar colectivo, no tan sólo es admirable, sino que también nos habla del compromiso y amor que los abuelitos demostraron a toda la sociedad y que dejan como muestra de que con unión y esfuerzo los ideales se pueden concretar.
Fueron pocos los pioneros en esta tarea, lamentablemente algunos ya no están entre nosotros, pero seguramente se fueron con la satisfacción de haber participado en un proyecto tan noble como éste. Algunos permanecen asistiendo a esta casa, conviviendo y participando en las distintas actividades que hoy se imparten.
Sin duda es de reconocer que desde la lucha por conseguir la donación del predio, el esfuerzo en cada faena para limpiarlo, la programación de tareas para recaudar dinero, son experiencias que no cualquier ciudadano tiene en su vida. Sólo pocos con verdaderos ideales, con intención firme y sobre todo con trabajo permanente pueden decir “lo logramos”.
Para todos los que trabajaron en beneficio de la construcción de esta edificación, para los fundadores, los que participaron solo un tiempo y por distintas causas fueron quedándose en el camino, a la par para los que fueron sumándose en este trabajo, enamorándose de que los resultados beneficiarían a todos, nuestro reconocimiento más profundo y sincero, poniéndonos de pie ante su esfuerzo y sobre todo aprendiendo cada día de sus ejemplos.
Feliz Décimo Quinto Aniversario de la Casa del Abuelo “Los Años Felices”.